Es una vergüenza el tema de las restricciones en Canarias para Fin de Año y Reyes. Aunque la vergüenza viene de meses atrás porque no hay coherencia ninguna en las medidas que se toman ni sentido común. Se están aficionando a prohibir y a restringir libertades porque les falta imaginación para proponer medidas más originales e innovadoras. Quieren activar el toque de queda, como en la guerra. ¿Qué está ocurriendo? ¿El virus no se propaga más en un centro comercial que en un pub? Si el pub tiene terraza, ¿no puede estar abierto hasta las dos de la mañana pero sí puedo estar en un centro comercial cerrado 12 horas sin problemas o un par de horas en un cine?
En unos sitios no hay control y hay aglomeración (véase un embarque de un avión que acabo de hacer en Málaga, en lugar de entrar por un finger nos meten a todos los viajeros en una guagua y nos llevan al avión unos pegados a otros, sin posibilidad de guardar ninguna distancia), en otros sitios que están extremadamente controlados (restaurantes, cafeterías, pub, etc.) les ponen unas medidas adicionales y les limitan el horario.
Por no hablar de la discriminación que se está haciendo desde el Gobierno de Canarias a Tenerife desde todos los frentes (infraestructuras de toda índole en estado penoso, centralización de la mayoría de los servicios privados y públicos en Gran Canaria, llevándoselos de Tenerife a Gran Canaria la mayor parte, como si no hubieran dos provincias, etc.), pero ese es un tema para otro día, aunque, claro, se aprovecha la pandemia para seguir ahondando en la discriminación.