Reflexionando sobre el Premio Nobel, llego a la conclusión de que hubiera sido mejor instituir otro premio para la letra de la música pop. De este modo se podría presentar también Joaquín Sabina, por ejemplo.
Confundir literatura con las letras de las canciones puede ofender enormemente el trabajo de años y años de muchos escritores de prosa y poesía, que, con su esfuerzo, han perseverado en la noble tarea de escribir que no siempre lleva aparejado fama y dinero.
Si hubiera un Premio Nobel para las Artes (que no lo hay aún) ¿No sería lo mismo confundir el trabajo de los grandes pintores con el de los grafiteros, a pesar de la enorme belleza que transmiten y el impacto que causan estos últimos?
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